La terapia hormonal (TH) es un tratamiento eficaz y, en muchos casos, necesario para mantener el funcionamiento normal del organismo. Sin embargo, a pesar de su importancia, muchas personas tienen temor a este tipo de tratamiento debido a posibles efectos secundarios. En este artículo analizaremos los principales tipos de terapia hormonal, sus indicaciones y cómo ajustar las dosis según cada situación.
La terapia hormonal consiste en el uso de hormonas sintéticas o artificialmente sintetizadas para restablecer niveles hormonales normales en el organismo. Dependiendo de las indicaciones, puede ser un tratamiento a corto o largo plazo.
Una de las estrategias principales es la terapia de reemplazo hormonal (TRH). Se utiliza cuando hay un déficit hormonal o alteraciones en su producción. Esto puede deberse a la extracción de una glándula endocrina, como la tiroides. En estos casos, los pacientes necesitan un suministro continuo de hormonas como la tiroxina para mantener los procesos metabólicos normales.
El ajuste de la dosis requiere tiempo, ya que el organismo necesita adaptarse. Las pruebas periódicas de niveles hormonales en sangre permiten a los médicos optimizar la dosis para alcanzar un equilibrio adecuado.
En mujeres que han perdido la función ovárica prematuramente o han sido sometidas a la extracción de los ovarios, se produce un déficit de estradiol. En estos casos, la terapia de reemplazo hormonal es esencial para prevenir síntomas de la menopausia y enfermedades asociadas al déficit hormonal.
Otro tipo de terapia hormonal es el tratamiento en situaciones de emergencia. Se utiliza para aliviar rápidamente condiciones graves como reacciones alérgicas, shock anafiláctico o procesos inflamatorios agudos. En estos casos, se recetan glucocorticoides en dosis altas para estabilizar al paciente y evitar complicaciones graves.
Los efectos secundarios más comunes de la terapia hormonal, especialmente en dosis altas, incluyen aumento de peso y alteraciones metabólicas. Sin embargo, cuando se administra correctamente, como en el caso de la terapia de reemplazo hormonal, los efectos secundarios son mínimos y no afectan significativamente al organismo.
La terapia hormonal es un método clave y necesario para tratar diversas enfermedades y condiciones asociadas con desequilibrios hormonales. Ya sea terapia de reemplazo o tratamiento en situaciones agudas, la administración adecuada y el control de la dosis son fundamentales para obtener resultados exitosos.
Importante: No interrumpas la terapia hormonal sin consultar a tu médico. La suspensión abrupta de los medicamentos puede empeorar tu estado y generar nuevos síntomas.
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