Quedar embarazada es un proceso complejo que requiere un funcionamiento armonioso del sistema reproductivo de la mujer y esperma de buena calidad. Si no se logra el embarazo, es importante identificar las posibles causas. Analicemos cuatro factores clave.
Para que ocurra una concepción exitosa, el óvulo debe madurar y salir del folículo (ovulación). A veces, no ocurre la ovulación, como en el caso del síndrome de ovario poliquístico, donde hay folículos, pero no ovulan. En tales casos, puede ser útil la estimulación de la ovulación con medicamentos especializados.
A medida que las mujeres envejecen, disminuye la cantidad y calidad de los óvulos. Incluso con un ciclo regular, la probabilidad de concepción exitosa disminuye después de los 35 años debido a los cambios en los óvulos relacionados con la edad.
Para que ocurra la concepción, las trompas de falopio deben estar permeables. Infecciones (como clamidia o gonorrea), inflamaciones y cirugías pueden causar adherencias que dificultan el movimiento del óvulo.
Para la concepción es necesario que el esperma sea de buena calidad. Un análisis de esperma ayudará a evaluar la cantidad, movilidad y morfología de los espermatozoides.
La cavidad uterina debe estar saludable, sin pólipos, miomas ni hiperplasia, y el endometrio debe tener el grosor y la calidad adecuados. Estos factores son cruciales para la implantación exitosa del embrión.
Las principales causas de la infertilidad incluyen problemas con la ovulación, permeabilidad de las trompas, calidad del esperma y el estado del útero. Un diagnóstico oportuno y tratamiento adecuado pueden ayudar a la pareja a lograr el embarazo tan esperado.
Importante: Si tienes problemas para concebir, consulta a un especialista para identificar y resolver posibles causas.
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