Displasia cervical: Síntomas, diagnóstico y tratamiento

La displasia cervical es una afección que puede conducir al cáncer de cuello uterino. Esta patología está frecuentemente asociada con el virus del papiloma humano (VPH), que causa cambios en el epitelio del cuello uterino. Es importante diagnosticar la displasia a tiempo para evitar su progresión.

¿Qué es la displasia cervical?

La displasia cervical es un cambio patológico de las células del cuello uterino que puede ser una señal temprana de cáncer. Existen diferentes grados de displasia: leve y grave. Anteriormente se distinguía un grado intermedio, pero en la nueva clasificación se ha combinado con el grado grave.

¿Cómo diagnosticar la displasia cervical?

  • Examen citológico: El Papanicolaou (PAP) y la citología líquida son métodos que permiten detectar cambios en las células del cuello uterino.
  • Citología líquida: Este método es más informativo, ya que las células no se pierden y se conservan en el tubo de ensayo, lo que aumenta la precisión de los resultados.
  • Colposcopía: Examen visual del cuello uterino para identificar cambios patológicos. Bajo la supervisión de la colposcopía se realiza una biopsia para análisis histológico posterior.

Métodos de tratamiento de la displasia cervical

El tratamiento de la displasia cervical depende de la gravedad de la afección, la edad de la paciente y sus planes reproductivos. Las opciones de tratamiento incluyen:

  • Enfoque expectante: Adecuado para displasia de grado leve. En este caso, la paciente realiza controles periódicos con el médico.
  • Tratamiento quirúrgico: Para displasia de grado medio y grave. Los métodos incluyen terapia de ondas radiofrecuentes y tratamiento láser.

¿Cuándo es necesario consultar al médico?

Es importante realizarse un chequeo regular con el ginecólogo para detectar la displasia cervical a tiempo. Incluso si no presenta síntomas, una consulta anual ayuda a prevenir el desarrollo de enfermedades más graves, incluido el cáncer de cuello uterino.

Factores de riesgo para la displasia cervical

  • Virus del papiloma humano (VPH)
  • Visitas poco frecuentes al médico
  • Lesiones o abortos del cuello uterino
  • Consumo de tabaco y condiciones de inmunodeficiencia

Conclusión

La displasia cervical es una enfermedad grave, pero tratable. Los exámenes regulares con el ginecólogo ayudan a detectar patologías a tiempo y prevenir el desarrollo de cáncer. No pospongas la visita al médico: ¡tu salud es lo más importante!

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