¡Hola! Hoy quiero hablar sobre un problema que, tarde o temprano, enfrentan muchas mujeres durante la menopausia. Se trata de la atrofia vaginal, que implica cambios en los órganos genitales externos, la vagina, el cuello uterino, así como en el sistema urinario, incluyendo la uretra y la vejiga.
El nombre médico de este problema es vaginitis atrófica postmenopáusica o síndrome genitourinario de la menopausia. Se produce debido a la disminución de la función ovárica y la deficiencia de hormonas sexuales, en particular de los estrógenos. Según datos oficiales, la prevalencia de esta condición entre las mujeres de 45 a 65 años es de aproximadamente el 70%, pero muchas no buscan atención médica, considerando que es parte del envejecimiento normal.
Los síntomas principales de la atrofia vaginal incluyen:
Al presentar síntomas de atrofia vaginal, es importante consultar a un médico para un diagnóstico adecuado. El tratamiento puede incluir:
Si no se trata, la atrofia vaginal puede provocar incomodidad crónica, cistitis recurrente, inflamaciones y afectación de la calidad de vida. Los problemas urinarios y los actos sexuales dolorosos pueden reducir significativamente la calidad de vida de las mujeres. Por eso, es importante consultar a un especialista para elegir el tratamiento adecuado.
No intentes diagnosticarte por ti misma ni utilizar productos no verificables, ya que esto puede empeorar la situación. El tratamiento debe ser integral y prescrito por un profesional.
Espero que esta información te haya sido útil. ¡Gracias por tu atención!
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