¡Hola! Hoy en día, nuestra situación social y económica es complicada, y muchas personas están experimentando estrés y tensión nerviosa. Como se sabe, el estrés puede tener un impacto negativo en el cuerpo, y las mujeres pueden notar alteraciones en su ciclo menstrual. Hoy hablaremos sobre cómo el estrés afecta la menstruación y qué hacer en estos casos.
Existen dos enfoques opuestos para tratar a las pacientes con quejas sobre alteraciones del ciclo menstrual. Es importante determinar si existe una patología orgánica que pueda causar estas alteraciones. Si no se detecta ninguna patología, podemos optar por un enfoque de espera, ya que el ciclo puede restaurarse por sí mismo. Sin embargo, no se debe olvidar el uso de anticonceptivos si no se planea un embarazo, ya que el método del calendario no funciona en estos casos.
El estrés es una respuesta no específica del cuerpo a una situación que requiere reajustes y adaptación. Independientemente de si las condiciones cambian para mejor o para peor, el nivel de estrés depende de los recursos que se requieren para la adaptación.
El distress es un tipo de estrés que conduce al agotamiento y a la mala adaptación del organismo. Puede afectar la salud, provocando trastornos inmunológicos y metabólicos. El estrés influye en el sistema neuroendocrino, incluida el eje hipotálamo-hipófisis-adrenal, lo que desencadena la producción de corticosteroides como el cortisol y la adrenalina.
Las alteraciones del ciclo menstrual pueden manifestarse como amenorrea (ausencia de menstruación) u otros trastornos vasculares y gastrointestinales. La amenorrea sin síntomas somáticos puede ser un signo de buena adaptación del organismo. El sistema reproductivo puede sacrificar su funcionamiento para hacer frente al estrés intenso.
El enfoque para tratar las alteraciones del ciclo menstrual depende de las características individuales de la paciente y sus objetivos actuales. Por ejemplo, si una mujer está planeando un embarazo, es importante normalizar el ciclo y descartar causas patológicas de las alteraciones. Si la paciente está usando anticonceptivos, se puede considerar la prescripción de anticonceptivos orales combinados.
Para las pacientes con alteraciones funcionales del ciclo menstrual dependientes del estrés que no requieren anticoncepción, se pueden considerar fitopreparados como el trébol y el fenogreco, así como suplementos de magnesio. También es importante trabajar en la normalización del estado psicoemocional. Las prácticas de respiración y el uso de sedantes naturales como la valeriana y la melisa pueden ser útiles.
Si los factores de estrés afectan el ciclo menstrual, es importante consultar a un médico para descartar cualquier patología que requiera tratamiento adicional. Diagnosticar o tratar estas alteraciones por cuenta propia puede ser peligroso.
Esperamos que esta información haya sido útil para ti. ¡Gracias por tu atención!
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